Monday, July 26, 2010

Carta de opinión II

Todos a la escuela

Tal es el título de una campaña solidaria emprendida recientemente y del folleto a través del cual supe de ella, recibido este mes de julio en el sobre de la boleta de la luz. La idea consiste en instar a la gente a donar “un par de zapatillas nuevas para que ningún chico de la provincia deje de ir a la escuela por falta de calzado”.

La idea en sí me parece excelente. Es sólo con solidaridad que una sociedad puede crecer y desarrollarse, y si en nuestra provincia hay niños que se ven incapacitados de ir a la escuela por falta de recursos, el futuro que se ve afectado no es sólo el de ellos, sino el de todos.

Lo que me sorprende y, francamente, me parece deplorable, es que la campaña haya sido promovida por el Ministerio de Desarrollo Humano, un órgano gubernamental de la provincia. ¡La educación de nuestros niños no debe jamás quedar a merced de la caridad de potenciales donantes! La caridad es y sólo puede ser una iniciativa de partes privadas ante la injusticia y la desigualdad, ya sean estas causadas por la sociedad o por catástrofes más allá de nuestro control.

Un gobierno, por otra parte, debe hacer de la educación una de sus prioridades primeras. Si no hay zapatillas para que todos los niños vayan a la escuela, entonces deberá revisar los presupuestos, o recaudar más impuestos. No apelar a la caridad.

Saturday, July 24, 2010

Carta de opinión en un periódico argentino

La justicia no es finita

“¿No hay cosas mucho más importantes de las cuales deberían estar ocupándose los políticos?”

En varias conversaciones y artículos anteriores y posteriores al 15 de julio me ha parecido particularmente desinformada y capciosa esta pregunta, con frecuencia precedida de un preámbulo tembleque que se las da de comprensivo y respetuoso: Yo no tengo nada en contra de los homosexuales, pero…

La respuesta que uno no siempre tiene la oportunidad de dar es que la actual modificación de la ley de matrimonios y la discusión que la circundó, aunque llegaran a su cúlmine en estos días, fueron el resultado de décadas de brega en demanda de derechos fundamentales de los cuales esta sociedad nos excluía a los homosexuales.

Sé que en nuestro país hay mucho más que clama arreglo: la corrupción de dirigentes y la viveza criolla que le hace de espejo; la pobreza de millones frente a la indiferencia de otros tantos; las mineras extranjeras a las cuales una ley absurda (la 24.228) nos manda que les paguemos por llevarse toda la riqueza de nuestro suelo, que luego nos dejan lleno de venenos. Y la lista sigue.

Sin embargo, la justicia no es una cantidad finita. Si los homosexuales nos hacemos de una porción, no queda menos para los demás. Al contrario, mientras más justicia se demande, más habrá, porque verla hecha inspira.

¿Sabe qué? De las cosas importantes ocupémonos usted y yo, que los políticos tendrán que seguirnos.

To Family

You have known me since I was a child. You probably have some ideas about who I am as a person. Now you know I am also homosexual. You most certainly have some ideas about homosexuality.

Yet, I would say that you know more about me than about homosexuality, wouldn't you? After all, you have had first hand experience of me for years, you have seen me grow. And about homosexuality, you know only some things you have heard, and others you have seen on TV.

So please, don't draw conclusions about me based on what you know about homosexuality. Instead ask me questions, challenge me with what you think you know about it. Maybe you will get answers that will change your views on homosexuality instead.

Thursday, July 15, 2010

NIEVE Y NUPCIAS

Esta mañana me he levantado con dos novedades: nieve en Mendoza y equidad matrimonial para homosexuales en Argentina.

Si! No es una nueva ley, sino la modificación de la ley ya existente! Se reemplaza "hombre y mujer" por "contrayentes".

Esto es justicia, caracho!

Saturday, July 03, 2010

On The Bus

A middle-aged woman got up from her seat with her daughter behind her, a girl of about 7 or 8 dressed primly in her white school uniform, black hair pulled back tightly and held in place by a white hair-band and two black, long braids down her back. "Come here, grab the handrail", said the mother in a flat, stern voice.

The girl moved forward, purposefully or not getting ahead of her mother and perhaps, in the opinion of the latter, not grabbing the handrail with a solid enough grasp.

"Where do you think you're going, Ana?" she yelled, shrilly. "I told you to grab on!"

She then proceded to shake Ana by the shoulder and shove her against the handrail. Ana didn't say a word and looked on, without much expression on her face.

The mother pressed the button by the door to signal the driver to pull up at the next stop. He did so to let some people on, who came on board through the doors up front, but he forgot to open the door in the middle of the bus, where Ana and her mother were waiting.

"Mister, could you please open the door?", said the woman calmly, sweetness in her voice.

He did so, and then the mother grabbed her daughter's hand and they both got off the bus.
Locations of visitors to this page