Monday, September 28, 2009

Nombres que me gustan

Cielo, Luz, Flor, Aurora, Amalia, Margarita, Eva, Quillén (Luna), Ágata, Camila, Carlota, Celia, Dana, Alelí, Elisa, Ema, Filipa,
Nehuén (Fuerte), Enzo, Andrés, Boris, Dan, Dante, Andante, Emilio, Félix, Horacio, Alejo, Antu (Sal en araucano)

Sunday, September 27, 2009

La parábola de los talentos

En esta parábola un señor se va de viaje y deja su dinero, repartido en cantidades diversas, en manos de tres de sus siervos. A uno lo pone a cargo de 5 talentos, a otro de 2, y al tercero, de 1.

Los siervos que estaban a cargo de 5 y 2 talentos respectivamente, se ponen a comerciar con ellos y con sus ganancias doblan la cantidad de dinero a su cuidado, pero el tercer siervo simplemente entierra su talento, para mantenerlo al seguro.

Cuando después de mucho tiempo el señor vuelve, se muestra encantado con los dos primeros siervos, y les promete que los pondrá a cargo de muchas cosas más, puesto que se portaron tan bien con unos pocos talentos.

El tercer siervo, por su parte, explica sus acciones aduciendo temor, pues no quería correr el riesgo de perder el talento de su señor, a quien ve como a "un hombre duro, que cosecha donde no siembra y recoge donde no esparce".

El señor le responde, muy enojado, que si eso es lo que piensa de él, con más razón tendría que haber hecho algo con el dinero. Dice que el tercer siervo es "malo y perezoso" y ordena que le quiten su talento, sentenciando que "a todo el que tiene le será dado, y tendrá en abundancia; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado". Luego llama al siervo "inútil" y lo hace echar a la calle oscura.

La moraleja a extraer de este texto es obvia, sobre todo teniendo en cuenta que la unidad monetaria en cuestión se llama "talento": todos tenemos ciertas habilidades y capacidades, y tenemos que hacer lo mejor que podamos con ellas, mientras las poseamos. Mientras más hagamos, mejor nos irán las cosas, y si no hacemos nada, esas capacidades se atrofiarán y luego no podremos usarlas, incluso si lo deseamos.

Un precepto maravilloso, e interesante también porque presta argumentos en contra de quienes interpretan la biblia literalmente.

Por otro lado, me disgusta el elemento económico de la parábola... Además, el argumento literal de la historia es crudelísimo: este señor es muy sádico.

Las parábolas funcionan porque crean paralelos, pero si el señor es dios, a mí me parece que se comporta de forma mucho más mezquina y haragana que el tercer siervo.

Lo que pasa en realidad es que este precepto funciona mucho mejor sin la existencia de ningún señor. Tenemos que hacer lo mejor posible con los talentos que tenemos NO porque nadie nos los haya dado, sino porque intentarlo con todas nuestras fuerzas es nuestra mejor chance de alcanzar cualquier medida de felicidad para nosotros y quienes nos rodean.

Saturday, September 26, 2009

La meseta

Subí hasta aquí, mas no para llegar
sino porque nací en una ladera:
abajo se veía una pradera
sin límites, rotunda como el mar.

Fui arriba entonces, puesto que al trepar
el horizonte nunca el mismo era
por delante. Que siempre cambio hubiera
fue todo cuanto yo aprendí a desear.

Ahora que el ascenso ha terminado
creía haber conquistado lo subido
pero parece que nada ha cambiado.

Abajo la pradera se ha extendido,
pues la altura me la ha desparramado
y es invisible el camino batido.

Sunday, September 20, 2009

Poem to someone who's fallen asleep in the back seat

Akimbo
is the adjective to use
when your limbs
go each their own way.

Akimbo
like a man
so named
from some country
where they play drums
and have a thick rainforest.

Hello, Akimbo!
What's up today?
Nothing much, just saw Ikumba at the corner.
He was just drumming away.

Akimbo.

But that's not it, after all.

It looks plain
UNCOMFORTABLE

like
my chair sank under me
oops!

like
I've been hit in the back of the head
auch.

like
this is really worrying me
hmm...

like
I have to try and hold it in until these people get the hell
out.

Hans Would Wince

The fog is deep
and of cigarette smoke.
The foghorn is hoarse
punk rock guitars
that drift in
when she opens the door.

She then falls
more than sits,
petite
like the little mermaid
except this ain't Copenhagen bay
but some messy dorm's
dayroom
and rather than a sea-slicked rock
what she's crumpled down on
is a half deflated
red plush
airbag.

No scaly fish tail flipflops
on the dusty carpet
but tails she has,
nevertheless:
the pony kind
one blue
one orange
and flip-flop do go
her eyelids
a few times
before she definitely falls
asleep.

Lava lamp light
glints off her piercings
like sun rays do off the green waves
and deep as the ocean
is the rumor of her snores.

Play Death

To play Death,
take first thing your glasses off,
so that she knows who's in charge.
Play with her
and not at her.

Play as in toy with,
as in laugh at,
to make it always obvious
that you aren't truly
giving in or up.

You should always play
Death in an unnatural way,
because that she is not
and both you and her can tell
the difference.

Play Death
as a mime pretends to ride a horse
with a broom between his legs.

Play Death ludicrously,
in no position
that she would adopt
if left to her own devices.

When you play Death
be always
cackling,
insane.

Particularly
when it is her turn
to play.

Paper

Paper has a certain bounciness,
like mulchy soil.
It's made to be looked at
and yet it looks back.

Bored by your penetrating glare
it spurts up its dark riches,
geisers of black inked letters
and forest-dense images that
piped through your pupils,
power your neurons.
Curiosity put-put-putters on,
soul and thoughts get rolling.
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