Wednesday, December 21, 2011

Graffiti

Lo leí desde la ventanilla del ómnibus hoy, en la esquina de Rondeau y San Martín en la ciudad de Mendoza:

"Metete tu religión en el culo. En el mío sólo entran pijas."

Para quien no lo tenga claro, este mensaje, pintado con aerosol rojo sobre un muro, es un tipo de respuesta a la oposición de la iglesia católica en lo referente a la ecualización de derechos civiles entre hetero y homosexueales.

Es una respuesta trágica, más desalentadora que un drama griego. Ésos, por lo menos, son ficción.

Este graffiti significa que quien es odiado y despreciado a veces puede aprender a odiar y despreciar.

Significa que es difícil salir de ciertos ciclos.

Significa que para la persona que lo escribió, ventilar su enojo es más importante que el diálogo y la búsqueda de respeto mutuo.

Significa que ya no cree ni en el diálogo ni en el respeto mutuo.

Significa que, al menos en parte, ha decidido asumir el rol que sus opresores le han dado.

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