He visto dos amigos que, perdidos,
sin saber han venido a terminar
de un callejón dormido, en un solar,
bajo hileras de lienzos extendidos
a secar. De mi ventana, encendidos,
les oigo, sigiloso, murmurar.
Aún bajo la escasa luz lunar
es obvio que son viejos conocidos.
Conversan. Uno propone partir,
tomar la ruta por la que han llegado.
Algo absorbe al otro, ahora callado.
Total silencio, lento revivir;
mano que se ha posado hasta cubrir
la mano ajena. Beso aposentado.
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1 comment:
Nice to see that you have started to post again... Good luck in Tromsø!
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